Por más que uno trata en profundizar en el ‘alma’ de los políticos, no llega a entender, de lo que son capaces de hacer o realizar algunos de ellos. Conforme en que gobernar debe ser muy difícil (dificilísimo) pero lo mismo que para gobernar bien, habría que buscar las personas idóneas o mejor preparadas, para todo lo contrario e incluso para esquilmar un país, robándolo ‘a cara de perro’... hay que contar, con todos cuantos elementos corrompidos, corruptos o fácilmente corruptibles, son necesarios; puesto que lo que no me cabe duda, es que para ambas cosas, se necesitan bastantes colaboradores ó cómplices.

Veamos, el por qué del preámbulo que arriba aparece.

Ocurrió, en las Navidades de 2000 y concretamente el 26 de diciembre, se da la terrible noticia, de que la nave interplanetaria ‘Solluz’ (o pequeña ‘ciudad’ espacial) se les queda sin control, a los rusos y se comunica la amenaza, de que puede caer en cualquier lugar del mundo, con el peligro consiguiente. Luego, al parecer se ‘arregla’ y sigue dando vueltas a la Tierra, un ya viejísimo artefacto y el que debió ser desmontado inteligentemente, hace tiempo, visto que si los rusos actuales apenas ‘si tienen para comer’, es del todo incomprensible, cómo el Gobierno, trata de mantener ‘el aparato militar y espacial’, que es en realidad, lo que les ha llevado a la ruina que padecen.

Lo que la inmensa Rusia necesita hoy, son bienes primarios de consumo y mantenimiento para su desolada población (cientos de millones de personas) y no tanto "hierro atómico", como el que tienen y que se les está cayendo a pedazos; prueba de ello es ese submarino hundido (no se sabe el por qué, o no se dice) y que ha servido de tumba a ciento y pico de tripulantes, pues todos ellos han queda en el fondo del mar. .

Sobre esas fechas, se da la noticia siguiente y la que cito de memoria: "Rusia está dispuesta a vender suelo para depositar en él, las basuras atómicas de los países industrializados y que emplean esa técnica, siempre que estén dispuestos a pagar por ello". Recordemos lo ocurrido en el Sur de lo que antes conocimos como inmensa "URSS" (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), hoy Ucrania, y la deflagración de la central atómica de Chernobil, con todo cuanto ello acarreó y acarrea aún; de lo que supongo no tengo necesidad de comentar nada por lo ampliamente difundido.

Recordemos, igualmente, la cantidad de noticias que se dan, de la amplitud de contaminación por el estilo, que ya padecen amplias zonas de la ‘nueva Rusia’ y que no son sólo las procedentes de centrales o ‘núcleos’ radiactivos de vete tu a saber que lugares (todo se lleva en secreto). A ello hay que aumentar las contaminaciones por conducciones de deteriorados oleoductos, vertidos a ríos, lagos y no se sabe cuantas cosas más, por cuanto debe ser horrible el balance final, si es que llegásemos a saberlo.

Entonces y pese a ello... ¿Los gobernantes admiten más venenos de esa índole (repito residuos atómicos) para situar en determinados lugares de su propio país?... nó, no es ello comprensible, por mucho que lo expliquen.

Pero si nos detenemos a pensar, si que es explicable, por cuanto esos gobernantes (o bandidos, visto su proceder reiterado) lo que pretenden, es obtener cantidades ingentes de dinero, que seguro ‘los países ricos’ están dispuestos a pagar, por cuanto ya no encuentran donde depositar esas, denominadas basuras atómicas. Por cuanto esa técnica ‘de muerte’, es en gran medida la que sostiene algunos puntos importantes de la brutal sociedad de consumo que se mantiene y que nos lleva al desastre, que ni podemos imaginar y lo que ocurre y que comento... ‘son los preludios’.

Pero podemos creer que ese dinero va a ir a Rusia, para reparar y aún a tan alto precio, las miserias que asolan a su población; seguro que no, puesto que en nuestro propio país y en su costa mediterránea, se habla de que están establecidos los más ricos de la Rusia actual, la que se dice gobernada por ‘mafias’ cuyos escrúpulos, ya nos podemos dar una idea ‘a la altura en que están’; por tanto ese dinero, suponiendo que se hagan los pactos que sean. Ese dinero, repito, no llegará a los rusos, pues ese dinero irá directamente a cuentas de ‘quienes sean’ y depositado en paraísos fiscales (hay cientos) Suiza u otros países complacientes y donde no se mira mucho, de donde viene el dinero.

Pero no sea la suposición de un comentarista de ‘poca monta’, la que confirme ello, puesto que comentaristas de prestigio internacional y de muy larga andadura, en todos los medios internacionales, han publicado lo siguiente:

"Los miles de millones (dólares/euros) concedidos por el Banco Mundial, o el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, nada más llegar a Moscú, vuelven a salir instantáneamente hacia Suiza y otros escondites financieros y pasan a engrosar cuentas secretas y personales" – "prestar dinero sin límite a un país sin estructuras económicas, políticas o jurídicas viables, como la Rusia del postcomunismo inmediato, es lo mismo que echar gasolina en el depósito de un coche que carece de motor".

Son sólo dos párrafos, extraídos de un reciente libro (páginas 54 y 55) de "Jean-François Revel", titulado: "La gran mascarada: Ensayo sobre la supervivencia de la utopía socialista" (Taurus –2000). Libro extenso y muy documentado, el que me permito recomendar su lectura, pues cuanto en él se comenta, es a niveles mundiales y no sólo de la antigua ‘URSS’ o la Rusia actual, ‘satélites incluidos’. Y desde luego, si antes de leer este libro, la política en general ‘estaba por los suelos’; después de su lectura, ‘queda bajo tierra’ y en espera de que se produzca el milagro para creer en ella; por lo que, me temo... ‘no nos queda otra cosa, que el seguir soportándola, cada cual como buenamente pueda’... y ello es triste, muy triste, por cuanto es y representa para un futuro ‘que no se ve’.

Los políticos más optimistas, sólo piensan en, ‘sus cuatro años de mandato’.