LEYENDAS EN LA COSTA

por:

José Antonio Roldán & Marisol Roldán

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Los hombres, al igual que el resto de la creación 

conocida, tienen mucho que ver con el agua. Nacemos 

dentro de un líquido amniótico. De él recibimos la vida. 

Al nacer nos probeemos de un cuerpo biológico que es en 

su 85% agua. Y mientras estamos vivos nos hallamos 

rodeados por doquier del mismo líquido, en todas sus 

posibilidades y formas. No es de extrañar que la Luna, 

capaz de provocar mareas, pueda influir en nuestro 

carácter y ánimo. Que la presencia del mar nos motive 

sentimientos profundos en nuestro inconsciente (positivos 

o negativos). Es sabido el poder relajante del rumor de 

las olas. Los científicos han investigado intensamente 

el porqué el hombre está tan realcionado al agua y en su 

versión física y geologica (océanos, mares,ríos, etc) han 

encontrado la base para sus estudios. Muchos de estas 

investigaciones se basan en creer que el punto de partida 

para la evolución del planeta provino, precisamente, del 

mar. Hablamos de un mar primigenio y misterioso. Los 

filósofos clásicos de Grecia al material original 

le llamaban Arjé. Y Entre ellos Anaxágoras, sin poseer 

los conocimientos de la ciencia y tecnología actual, ya 

se atrevió a ver el agua como punto de partida para 

explicar este mundo. No era de extrañar que lo hiciera. 

La historia ha demostrado que los griegos eran grandes 

comerciantes y excelentes marinos. En sus largos viajes 

tenían tiempo suficiente para observar, entre calmas y 

tempestades, los mares. Y durante las noches bajo el 

reino de la oscuridad crear los misterios y los terrores 

que heredaríamos las demás culturas en forma de mitos.

Miedo, eso es lo que nos invocan esas inconmesurables 

masas de agua. Más allá de su superficie, donde aparece y 

desaparecen los astros, el horizonte nos recuerda lo 

desconocido. Por debajo de su azul ondulante y espumoso 

todo un enigmático mundo. Cuanto mayor es la profundidad 

y la luz solar más escasa, más terrores ocultos pueden 

desarrollarse, en forma de mundos subterráneos o animales 

indescriptibles y peligrosos.

Las leyendas del mar profundo nacieron con los primeros 

hombres capaces de elucubrar ideas (Anaximandro formuló 

su orígenes de las especies hacia el siglo VI a.C). Era 

un posible refugio para los que huían de tierra (piratas 

y bucaneros, que en sus naufragios provocaban mitos como 

los del buque fantasma o el pirata negro). El camino a 

recorrer para llegar a nuevos lugares de conquista (La 

iliada y Odisea de Homero, por ejemplo relata historias 

vividas en el mar). Ese foco de descubrimiento continuo 

(islas desconocidas perdidas en los mapas que podían ser 

el hogar de culturas aborígenes, locos científicos

o animales extraños ). Una despensa gigantesca donde 

saciar el hambre en tiempos de carencia terrestre (muchos 

pueblos pesqueros nacieron así, porque debían adaptarse a 

otra fórmula no agricola para su subsistencia. Teniendo 

que aprender que los riesgos de una vida en el mar es 

mayor que en tierra firme. Debiendo de adaptarse a las 

reacciones de un líquido voluble e impredecible). 

Pero...también podía ser el lugar de cobijo de las 

bestias inmundas y voraces huidas cuando los grandes 

cataclismos terrestres(Leyendas de monstruos marinos de 

gigantescas proporciones: pulpos, serpientes, 

calamares,etc). Zona de experimentación genética natural 

(ese primer enlace orgánico capaz de generar vida una vez 

surgido podría seguir reintentando diferentes versiones 

biológicas, cuyo punto común sería el mar. Saurios y 

homínidos eran un ejemplo, pero podría haber más). La 

Naturaleza jamás habría dejado de seguir creando vida. 

Probando nuevos orígenes y diversas evoluciones. 

Mutaciones o creaciones azarosas tendrían cabida en los 

océanos (seres fantásticos tan variables como la 

imaginación nos permita recrearlos: sirenas, hombres-

pulpo, fantasmagorias,etc).

Si nos paramos a revisas la historia de los mitos y 

leyendas atribuidos al profundo mar encontraríamos un 

surtido tan extenso que sería dificil de catalogar, bajo 

otra cosa que no sea imaginación. La literatura de los 

marinos es dentro del género de lo fantástico la más 

creativa y fecunda. Cualquier sombra desconocida sobre 

las aguas. Una nube extrallendo agua del mar. Una 

neblina. un remolino, una tormenta. La descarga de un 

trueno. Todo era un escenario perfecto para desarrollar 

historias sobre lo que más miedo dió siempre al hombre:El 

más allá. Seres desconocidos. Naturaleza inteligente.

Y no todo era mera fantasía mucho de los mitos se 

cimentaron con los hallazgos de seres que se creían 

inexistentes como el celacanto(un pez-saurio que se 

pensaba extinto). O los peces que viven en las 

profundidades marinas, en los fosos tectónicos donde la 

ausencia de luz, las frías temperaturas o la escasez de 

alimento ha creado un mundo habitado por seres 

eléctricos, asesinos, gigantescos, luminosos, venenosos, 

veloces o metamórficos. 

Pero si el alta mar tiene sus historias, las costas y 

sus geografía, ciertamente no necesitan envidias. Los 

recortes rocosos, entrantes marinos, deltas, etc son un 

mapa de misterios aún por conquistar en su plenitud. Y 

los recovecos oscuros de cuevas costeras siguen haciendo 

vivir miles de aventuras a nuestros actuales 

espeleólogos.
 
 

Los litorales de nuestros paises están plagados de 

relatos. Toda una gama de leyendas clasificables según 

los temas que contienen y el lugar dónde se desarrollan.
 
 

Nuestras playas
 
 

El Mar por mito es el gran engullidor. En las 

catástrofes naturales cuando las grandes masas marinas 

salen arrojadas sobre tierra firme sin control alguno y 

con total poder destructor, engullen todo cuanto a su 

paso descubren. Cuando el agua más amansada vuelve en 

parte al mar lleva consigo restos de pueblos. A veces no 

sólo se llevan sino que también dejan algo:

Eso debió ocurrir cuando en 1763 en un pueblo de 

California tras una cruenta tormenta, unas enormes olas 

asolaron parte de la playa y las casas más cercanas a 

ésta. Después, cuando los supervivientes fueron a 

encontrarse con lo poco que había quedado descubrieron 

para su sorpresa sobre las casas derruidas cuerpos 

difuntos de enormes ballenas...regalo del mar. Ese lugar 

se conoce como cementerio de ballenas. La leyenda hizo el 

resto.

Cosas extrañas que puedan venir del profundo mar 

preocupan a los turistas playeros: esa aleta de tiburón 

que puede aparecer de improvisto y cuyo dueño puede 

engullirte. Una leyenda explotada a nivel literario y 

cinematográfico y que a veces se ha convertido en una 

realidad. Los tiburones que habitan en tierras cálidas y 

tropicales no son típicos de nuestras costas. Pero se 

cuentan que siguiendo el rastro de los despojos de 

los pesqueros pueden haber recorrido grandes distancias y 

en alguna ocasión atreverse a visitarnos. Hace unos ocho 

años un banista de una playa valenciana sufrió el ataque 

de una de estas voraces bestias de mar, que atacó una de 

sus piernas. Pero si estos pueden seguir a los barcos de 

forma esporádica hay personajes marinos que lo hacen con 

asiduidad, nos referimos a los delfines. A ellos se les 

atribuyen mitos de salvamentos de naufragos marinos. 

Conocido es el caso de Arthur Miclans, el niño de 13 años 

que llegó a Nueva York a lomos de un delfin donde fue 

rescatado con vida tras caer por la borda de un barco de 

emigrantes. Situación que en la actualidad parece haberse 

repetido en la figura del niño "balsero" Elián Gónzalez. 

Después de naufragar y perderse los adultos, el niño 

asegura haber sido rescatado por unas fuerzas que le 

empujaban hacia la superficie y le pareció ver delfines. 

Los delfines, mamíferos inteligentes capaces de 

comunicarse mediante infrasonido, muestran además unos 

cantos que en antaño pudieron haber confundido a los 

marinos y sus cuerpos siluetas nadadoras podrían ser la 

causa de las leyendas de sirenas y tritones. Los tritones 

serían una civilización perdida en los fondos marinos. De 

apariencia humana y branquias para poder sobrevivir en el 

agua serían los supervivientes de aquellas míticas 

civilizaciones como la atlante que presumiblemente fueron 

engullidas por el mar.

Pero los turistas y bañistas que remojan sus pies en 

los mares tienen más mitos con los que contar: cuerpos de 

naufragos descompuestos e hinchados que el oleaje trae de 

vuelta a tierra firme y puede dar un susto tremendo al 

desafortunado descubridor (un mito que anualmente cuenta 

con 43% de posibilidades de hacerse cierto). Otra leyenda 

inoportuna es la de los mutantes por culpa de los 

desastres humanos. Peces supervivientes de las 

mareas negras que para adaptarse y sobrevivir han 

desarrollado un metabolismo capaz de captar el oxígeno 

por la piel y que han cambiado su habitual alimentación 

por una más carnívora y de rapiña (no hay pruebas 

científicas concluyentes).

Leyendas de origen posible dan miedo a los que nos 

acercamos a las orillas de nuestros continentes...Algas 

venenosas, medusas, etc...
 
 

Costas que tienen fantasmas dentro y fuera del mar:
 
 

Fantasmas de mar vistos desde la costa. Espectros 

visibles algunas noches cerradas o con neblina. Figuras 

luminosas deslizándose sobre la superficie o en los 

recógnitos lugares rocosos de las calas. Desde barcos se 

han observado a veces sombras luminiscentes que bajo el 

agua nadan ofreciendo una silueta humana. Seres que salen 

del mar y se transforman en la playa en humanos para 

luego perderse entre las poblaciones cercanas.

Fantasmas de playa vistos desde el mar. Casas/faros 

espectrales visibles desde el mar y que tras guiar con 

sus luces a los barcos; se descubre que no estan 

habitados o no existen dichas construcciones. Hay quienes 

afirman que una vez cada cien años en unas 

circunsatancias especiales los presentes pueden ver el 

famoso Coloso de Rodas, donde se supone estuvo ubicado.

Caminos fantasmas, islas inexistentes, espejismos marinos 

inexorables que abundan en un nutrido grupo de leyendas 

sobre el mar. Era un suceso muy típico en las largas 

travesías marítimas, y nada de extrañar pues eran 

alucinaciones producidas entre fiebres y escorbuto, o 

¿tal vez no?. San Borondón entra dentro de este género de 

isla fantasma y sería la octava isla canaria.

Luces de costa. A veces podrían relacionarse con ella 

hechos de índole paracientífica. Es el caso de los 

supuestos fantasmas de suicidas de acantilados, 

localizados en casi todos los pueblos de habla 

anglosajona. Amores imposibles, viudas de marinos, 

asesinos con conciencia de culpabilidad, serían el pie de 

estos relatos fantasmales. Cómo pueden ser protagonistas 

de fenomenología Ovni. Gran parte de la actual ufología 

encuentra vinculación con el mar. Se dice que en las 

costas de algunos países como Costa Rica, Puerto Rico, 

Argentina o por ejemplo en Canarias habrían bases 

secretas y las luces que se ven son maniobras secretas 

arropadas por la noche. También se habla de los Osnis. 

Objetos submarinos de origen desconocido. Luces de 

distintos colores, a veces en forma de esfera o 

burbuja que salen del mar y después de deslizarse sobre 

la superficie terminan ascendiendo hacia el espacio donde 

desaparecen. Las costas canarias están plagadas de estas 

historias.
 
 

Cuevas costeras. Inicio de viajes a ninguna parte: 

historias de personas que tras adentrase en ellas 

terminan en cualquier punto distinto de la tierra. Viajes 

al centro de la Tierra, un mundo habitado por otras 

civilizaciones ocultas. Mares y océanos subterráneos. Un 

astro interno. Miles de creaciones entorno a este mito 

existencial de nuestro planeta. Puertas dimensionales. 

Viajar a otro tiempo o planetas distantes es algo 

que ofrece el folclore mitológico de nuestras costas. 

Basta encontrar la cueva adecuada, la playa más escondida 

para escuchar una de estas narraciones.
 
 

Leyendas con nombre propio
 
 

En la Isla de Izaro, frente a Bermeo (Vizcaya), se 

cuenta la leyenda de un joven monje que vivía en una 

comunidad de frailes en aquel lugar. Dicho religioso se 

enamoró de una muchacha que residía en un caserio 

enclavado junto a la costa. El joven cruzaba a nado el 

trozo de mar que separaba la isla de la costa todas las 

noches para reunirse con su amada. El fraile se guiaba 

por una luz que su enamorada colgaba en una de las 

ventanas de su casa. Pero una de las noches, un familiar 

se percató del encuentro furtivo y decidió cambiar de 

lugar la luz. El monje confiado se dirigió hacia la luz, 

pero ésta brillaba fuertemente entre rocas y oleaje. Su 

cuerpo fue a dar contra los rompientes y el enamorado 

murió. La leyenda cuenta que el cuerpo fue hallado 

destrozado y devorado por las aves marinas. Pero esta 

historia parece proceder de la mitología griega.

Hero, sacerdotisa de Afrodita y Leandro, un joven de 

Abitos. En medio de su amor se encontraba el mar. Cada 

noche Hero encendía una antorcha en una torre costera y 

Leandro nadaba hacia ella. Hasta que una noche, una 

ráfaga de viento hizo apagarse la luz y Leandro quedó 

desorientado a merced de las aguas, muriendo ahogado. 

Hero no soportó la muerte de su amado y se suicidó 

arrojándose al mar.

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