Nunca pensé que la palabra "extinción" podría formar una parte tan directa de mi vida, desde el punto de vista que soy mujer, claro, y no es ningún rumor barato y mucho menos tonterías, pues la proliferación masiva de las relaciones y formaciones de parejas no heterosexuales es, o debería ser una preocupación importante.

Las hormonas mandan, indudablemente, y su cargo no creo que permita mezclarse mas allá de la insensatez, y lo inaudito, pues la atracción es una química especial, que como los imanes, surte su efecto si son polos opuestos, jamás veremos atraerse a dos polos positivos o negativos, y que conste, que no es una crítica hacia los mas desventajosos ante la sociedad solamente es cuestión de ciencia, de algo que empíricamente comprobado, está al alcance de nuestras manos.

Supongo que con tanta liberalidad, la nueva generación ya no tendrá las cosas tan claras, ya no podremos decir si nuestros hijos/as tendrán novios o novias, ni incluso si llegaremos a ser abuelos/as, puesto que, si hay algo patente, como que, pan con pan es comida de tontos, es la inefabilidad de dos sexos distintos para la procreación.

Las relaciones entre mismos sexos se ha convertido en algo tan natural para nosotros como la vida misma, las circunstancias que nos rodean, los desengaños amorosos, el morbo de cambiar, de experimentar nuevas sensaciones, de despertar algo que había dormido en nuestro interior. En la mayoría de los casos, -ROLLO PATATERO-.

Todo es posible, verdaderamente existen personas con unas tendencias que no son las adecuadas, o a las que no se está habitualmente acostumbrado desde que el mundo es mundo, de que hay hormonas locas, danzando en cuerpos que no le pertenecen en absoluto, hermafroditas, fenómenos de la naturaleza, y no merecen ser tratados como animales, ni como engendros de nuestra adorable Sociedad, pero, ya que sabemos que existen y que tienen, - bajo mi punto de vista, un grave problema -, no intentemos seguirles los pasos.

No nos suicidamos porque grandes personajes de la historia lo hayan hecho, ni intentamos ser Santos ni mártires porque otros lo fueran, ni intentamos crear una nueva raza como el macabro Hitler, por lo tanto, no intentemos cambiar el curso de la naturaleza, ésta es sabia ante la necedad de nuestra aparente sapiencia. No hacemos mas que mermar nuestros propios recursos de los que fuimos dotados en un principio para poner en su lugar acciones que nos perjudican en todos los sentidos, tan ineptos somos que no comprendemos que, cuantas mas coces le damos al aguijón mas nos lo clavamos. Procuramos por todos los medios ponerles nombres a todas las cosas y salvarlas bajo el prisma de las situaciones que nos rodean, correr un tupido velo ante todo aquello que nos conviene y sabemos que está mal de por sí, enterrar nuestras conciencias para que no nos moleste demasiado y carpe diem que para eso existimos.

El gran lema de la humanidad, "vivir a tope" pero "dejar vivir" esa es ya otra cuestión bien diferente además de tener la condición de segundona, primero yo luego tú, para mi lo ancho y para ti lo estrecho, primero elijo yo, después si sobra para ti, pero la homosexualidad no es una elección, o, al menos no deberíamos enfocarla de esta manera, pues nuestras mentes como buenas computadoras dotadas de la mas alta sensibilidad podrían verse dañadas por ideas que no están acorde con nuestras necesidades sino con la parte moribunda de nuestro ser.

Desde luego las cosas han cambiado mucho, y eso del "machito ibérico" por desgracia en muchos aspectos, ya pasó a la historia, aunque de hecho la plaga, por llamarla de alguna manera sea mundial.

No soporto la idea, y espero que como yo mucha gente, que podamos llegar a ser bisexuales u homosexuales, pues sería la degradación no de la persona como ente vivo e inteligente sino de la propia estructura del planeta.

Aunque la vida corra su maratón imparable hacia nadie sabe donde, nada hay nuevo debajo del sol que no lo haya habido antes, el mundo se ahoga en sus avanzadas tecnologías mientras nosotros lo hacemos en nuestros temores, imponiéndonos una nueva manera de vivir que no realza nuestra felicidad en absoluto sino que la apaga cada día mas, caminando siempre al filo de un abismo que solo aguarda desconcierto.